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cuenta del cambio hasta que vuelva a su planeta y entonces, ¿qué podrá hacer al
respecto? Usted entrega la Gran Llave a la sucesora de la emperatriz, y asunto zanjado.
Ninguna de las dos partes puede acusar a la otra sin incriminarse. Creo que sería la mejor
salida, dadas las circunstancias. Cualquier otra cadena de acontecimientos lleva directo a
un desastre. Si no tomamos cartas en el asunto, el complot dará frutos dentro de ocho
días y Barrayar quedará involucrado. Si yo trato de cambiar la Llave y no lo consigo...
bueno, yo diría que las cosas ya no pueden ir a peor.
¿Estás seguro de eso?
¿Cómo lograría abordar la nave de Slyke?
Tengo un par de ideas. Las consortes de los gobernadores... y sus ghemladies y las
servidoras..., ¿pueden salir y entrar en la órbita libremente?
Se tocó el cuello con su mano de porcelana.
Más o menos, sí.
Consiga una lady con acceso legítimo, preferentemente alguien que no sea
demasiado conspicua. Esa persona puede llevarme hasta la nave. No me estaría llevando
a mí, por supuesto, yo tendría que disfrazarme de alguna forma. Cuando esté a bordo, me
las arreglaré solo. Pero... tenemos un problema de confianza. ¿En quién podría confiar?
¿No creo que usted misma...?
Hace... años que no abandono la capital.
Entonces, el movimiento sería demasiado evidente. Además, seguramente Slyke
Giaja la está vigilando. ¿Y la ghemlady que envió a buscarme en la fiesta de Yenaro?
Rian tenía una expresión decididamente preocupada.
Alguien de la corte de la consorte sería la mejor opción dijo, sin convicción.
La alternativa señaló él con frialdad sería que Seguridad cetagandana se
encargara del trabajo. Si se acusa a Slyke, eso probará la inocencia de Barrayar y yo ya
no tendré problemas...
Bueno, no del todo. Slyke Giaja, si es que era lord X, era el hombre que de alguna
forma había manipulado el control de tránsito de la estación orbital, y que había sabido
exactamente dónde estaba el punto ciego para dejar el cuerpo de Ba Lura. Tenía más
acceso a Seguridad del que le correspondía... mierda... ¿Era correcta la idea de que
Seguridad de Cetaganda podría dirigir un ataque sorpresa contra la nave del príncipe
imperial?
¿Y de qué se disfrazaría usted? le preguntó ella.
Él trató de convencerse de que el tono de la pregunta era sólo de sorpresa, y no de
desprecio.
De ba, probablemente. Son bajos, como yo. Y ustedes, los haut, tratan a esa gente
como si fuera invisible, ciega y sorda...
¡Ningún hombre se disfrazaría de ba!
Tanto mejor. Él sonrió irónicamente por su reacción. La comuconsola de Rian
emitió un ruidito, pidiendo atención. Ella la miró con breve gesto de disgusto sorprendido,
después tocó la almohadilla del código. En la placa de vídeo se formó la cara de un
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hombre maduro de rostro atractivo. Llevaba puesto el uniforme de oficial de Seguridad de
Cetaganda, pero Miles no lo conocía. Sus ojos grises brillaban como cuentas de granito
en la cara recién maquillada de rayas de cebra. Miles gimió y dirigió una mirada a su
alrededor: no, por suerte estaba fuera de los límites de la imagen.
Haut Rian. El hombre hizo un gesto deferente con la cabeza.
Ghemcoronel Millisor respondió Rian-- . Ordené que bloquearan mi comuconsola.
Éste no es un buen momento. Era obvio que ella trataba de no mirar a Miles.
He usado el acceso de emergencia, señora. Hace un tiempo que trato de ponerme
en contacto con usted. Mis disculpas, Haut, por interrumpir así su duelo, pero la Señora
Celestial sería la primera en pedírmelo. Hemos conseguido rastrear el L-X-10-Terran-C
perdido en el Agujero de Jackson. Necesito la autorización del Criadero Estrella para
proseguir la persecución fuera del imperio. Tenía entendido que la recuperación del L-X-
10-Terran-C era una de las prioridades de la fallecida Señora. Después de las pruebas de
campo, estaba pensando en agregarlo al hautgenoma.
Era prioritario, ghemcoronel, en efecto, pero... bueno, sí, deberíamos recuperarlo. Un
momento, por favor. Rian se levantó, fue hasta uno de los armarios y lo abrió con el
anillo codificador que llevaba colgando de una cadena alrededor del cuello. Estuvo
revolviendo algunos objetos y sacó un bloque transparente de unos quince centímetros de
lado con el dibujo del pájaro grabado en la parte superior; volvió a su escritorio y lo colocó
sobre la almohadilla lectora de la comuconsola. Tecleó algunos códigos y una luz
parpadeó brevemente dentro del bloque . Muy bien, ghemcoronel. Lo dejo en sus
manos. Usted conoce la opinión de mi Señora sobre este asunto. Está autorizado. Saque
los recursos que necesite de los fondos especiales del Criadero Estrella... lo que sea.
Gracias, Haut. La mantendré informada. El ghemcoronel asintió y desapareció de
la pantalla.
¿Qué era todo eso? preguntó Miles en tono alegre, tratando de no parecer
demasiado un predador.
Rian frunció el ceño.
Un asunto interno y antiguo del hautgenoma. No tiene nada que ver con usted, ni con
Barrayar, ni con la crisis, se lo aseguro. La vida sigue...
Cierto. Miles sonrió con amabilidad, como si estuviera totalmente satisfecho por la
respuesta. Mentalmente, archivó la conversación. Tal vez pudiera servirle como cebo para
Simon Illyan. Tenía la sensación de que iba a necesitar alguna excusa de peso para Illyan
cuando volviera a casa.
Rian puso el Gran Sello del Criadero Estrella en su lugar, dentro del armarlo cerrado, y
volvió a la silla.
¿Le parece posible? siguió diciendo Miles . ¿Podrá conseguir una dama de
confianza, mandarla conmigo disfrazado de ba, ID reales, el cilindro falso y algún medio
para asegurarme de que la Llave que encuentre es la real? ¿Y algún pretexto válido para
que ella vaya a la nave del príncipe Slyke... conmigo como acompañante? ¿Cuándo?
No... no estoy segura del momento.
Esta vez tenemos que fijar la reunión por adelantado. Si voy a escaparme de la
supervisión de mi embajada durante varias horas, no puede llamarme cualquier día a
cualquier hora, señora... tengo que cubrirme las espaldas.... y preparar una historia para
venderla a mi propia Seguridad. ¿Tiene usted copia de mis citas oficiales? Supongo que
sí, ya me ha localizado usted varias veces. También considero conveniente que nos
veamos fuera del Jardín Celestial. Mañana por la tarde iremos a un lugar llamado
Exhibición de Bioestética. Creo que podría inventar alguna excusa para escaparme... tal
vez con ayuda de Ivan.
¿Tan pronto?
No me parece tan pronto, señora. No nos queda mucho tiempo. Además tenemos
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que prever la posibilidad de que haya que anular el primer intento por alguna razón.
Usted... Supongo que es consciente de que la prueba contra el príncipe Slyke es... sólo
circunstancial. No concluyente.
Pero por ahora es lo único que tengo.
Entiendo. Pero necesitamos todo el margen que podamos darnos en caso de que
sea necesario un segundo intento.
Sí... tiene razón... Ella respiró hondo, frunció el ceño con ansiedad . Muy bien,
lord Vorkosigan. Le ayudaré.
¿Tiene alguna idea del lugar de la nave en que puede estar la Gran Llave? Es un
objeto pequeño y la nave, muy grande. La primera opción es el camarote privado del
príncipe. Una vez a bordo, ¿hay alguna forma de detectar la Gran Llave? No creo que
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